Agradecimientos

Agradecemos a Casa Serra por apoyarnos con material para hacer arte, a compañeros, profesores y amigos que hicieron posible este evento.

Proyecto Tensión/inestable

. Descripción

Proyecto artístico de carácter procesual y relacional que busca la expresión e integración de un público aleatorio, a partir de un tema en particular: la tensión y la inestabilidad. Los asistentes al evento podrán valerse de materiales y soportes previamente dispuestos por el equipo del proyecto. Estos materiales permitirán la generación de trabajos tanto bidimensionales como tridimensionales. Todo el proceso será registrado y publicado posteriormente.

II. Justificación

A raíz del evento sísmico del 19/sep/2017, han surgido grupos y actividades para ayudar a los afectados por el terremoto en un intento por regresar a la normalidad. A pesar de esto, siguen presentes en nuestros pensamientos palabras como: incertidumbre, inestabilidad, desconcierto. Pensamos que es importante un espacio en el que sé pueda retomar el tema desde un ángulo lúdico y al mismo tiempo crítico, que le permita a los participantes expresar una serie de cuestiones que quizá no tienen otra salida.

III. Propuesta/ El evento.

Se publicará una invitación para participar en un evento en el cual los asistentes podrán hacer uso de diferentes materiales y soportes, tales como pintura, lápices y colores, etc.  para utilizarlos de forma libre, pero partiendo del tema del evento. Las actividades serán registradas en video y fotografía y sé hará un catálogo de trabajos sobresalientes para su publicación tanto impresa como en línea. El evento tiene  contemplada la participación de público de todas las edades.

IV. Objetivo general

Generar un espacio en el que puedan convivir diferentes posturas con respecto al sismo del 19/sep, en el cual sea posible cuestionar el miedo y la incertidumbre y transformarlos de manera colectiva.

V. Metas

-Realización de un evento público con sede en escuelas de arte en México, tales como "La Esmeralda ", "Antiguo Colegio de San Ildefonso ", "Facultad de Artes Visuales ".

-Registro fotográfico y en video del evento.

-Generación de un catálogo de trabajos sobresalientes.

VI. Integrantes del equipo

Juan Guillermo Ley Bernaus

César Pérez González

Ian Benet

Javier Rodríguez Galván

Rafael Jardón Balderrama

Antonio Irvin Labarrios Garcés

Edgard Gamboa (asesor)

Preproducción

Día del evento

Día del evento.

Resultados finales

Creo que existen ciertos eventos en la vida que suceden con una intención determinada, buscan despertarnos, traer a conciencia aquello que muchas veces queda rezagado u olvidado, estamos tan inmersos y acostumbrados al cotidiano, que damos por sentado mucho de lo que ocurre a nuestro alrededor, el ritmo se vuelve constante, predecible y repetitivo, dejamos de estar alertas y pendientes, no solo de aquello en lo que estamos inscritos, sino también en relación a lo que nos rodea e inclusive perdemos la pista de nosotros mismos.

Desafortunadamente es justo en los momentos en los que acontece una catástrofe, que caemos de nueva cuenta en todos esos pequeños detalles inadvertidos, el más mínimo gesto se torna significativo, nos asombramos y atesoramos verdaderamente las cosas más sencillas y usuales, valoramos hasta la más insignificante de las demostraciones, nos desplomamos en llanto, queremos remediar nuestros errores y rectificar el camino, para poner en orden nuestra vida y dar sentido a nuestra existencia.

¿Porque esperar hasta que algo malo suceda?

¿Es necesario llegar a situaciones extremas para despertar ante lo que sucede frente a nuestra mirada?

¿Porque los desastres naturales nos sorprenden y descolocan?

Para mi la respuesta es simple, estamos ante una situación de tensión, que se mantiene constante pero que a su vez no está estática, ya que está se desplaza y y sufre constantes transformaciones, por tanto es inestable, se encuentra en una lucha perenne, en ocasiones es más aguda e intensa, y en muchas otras tantas apenas y nos es perceptible.

Creo que todo recae en la manera en la que asimilamos y actuamos ante lo que nos acontece, como también en la medida en que participamos dentro de nuestra propia vida así como en la de los demás.

A veces se nos olvida que todos vivimos en este planeta, esta tierra es compartida y no nos pertenece, perdemos la dimensión y el profundo impacto que tenemos, creemos que somos invencibles, que todo gira en torno a nosotros, no comprendemos que nuestras acciones tienen consecuencias, que en ocasiones desencadenan grandes problemas que contribuyen al deterioro y al agravamiento de las situaciones críticas a las que nos enfrentamos actualmente como raza humana.

Es importante tomar consciencia, abrir los ojos y tomar un posicionamiento al respecto, no podemos seguir volteando la mirada hacia otra parte, si seguimos así eventualmente todo terminará mal, y ya será demasiado tarde para remediar o enmendar los errores cometidos, necesitamos construir nuevas maneras de conectarnos y apoyarnos como seres humanos, ser más amorosos, capaces de respetar y apoyarnos los unos a los otros, en aras del bienestar común, merecemos un mundo más limpio, más sano, más unido y colaborativo.

Algo bueno que surge en estas situaciones tan particulares es la capacidad de unirnos ante aquello que nos hiere, lastima y atraviesa, todos somos seres humanos y hemos sido afectados de una u otra manera, sin importar nuestra raza, color, edad o condición, esto nos unifica y nos sitúa abiertos, dispuestos, el espíritu, el dolor y la incertidumbre hacen de nosotros mejores personas, ante la muerte y la desdicha de nuestros iguales senos remueven hasta las más profundas fibras, nos estremecemos, vibramos y nos reconocemos vivos y afortunados. Por eso es importante estar alertas, cuidarnos, tener muy claro el tipo de relación que entablamos con nuestros conocidos, amigos y familiares, así como personas ajenas o desconocidas, con el mundo que nos circunda y rodea, todo cuenta, por lo tanto es indispensable responsabilizarnos de lo que sucede y de ser posible ayudar por alcanzar o frenar aquello que está acabando de manera tóxica, escalonada y ferozmente con la tierra en que vivimos, se necesitan más mensajes positivos y amorosos, es pertinente sensibilizarnos y actuar por el bienestar de todos.

Por eso creo que la dinámica que realizamos de manera colectiva fue en gran medida una herramienta efectiva, no solo como ejercicio para distendernos de todo el estrés, la aflicción , desconfianza, temor y miedo ocasionados por los recientes sismos que azotaron la Ciudad de México el pasado 19 de Septiembre del 2017, sino que ayudó a unir e integrar a la comunidad que tenemos de manera más inmediata, abrió una oportunidad para liberar las cargas, para dialogar, para aportar algo, de encontrar una voz, una manera, de hacer evidente nuestra existencia, un recordatorio de que los rastros y las huellas dejan marcas, que estos trazos nos calan hondo, más allá de toda superficie, nos revelan transparentes, humanos, imperfectos, deficientes y quedan al descubierto las fallas, las llagas, pero no para que nos señalemos y reaccionemos violentamente en contra, sino todo lo contrario, para que nos percatemos de aquello en lo que flaqueamos, que necesitamos nutrir y atender, es una manera de encontrar una voz, de ser acomedidos y prestarnos de manera desinteresada y comprometida a ayudarnos, a generar una comunidad más concentrada, capaz de estructurarse y sostenerse, de funcionar de manera puntual, directa, concreta y en sincronía, sobre todo para estar preparados y fuertes ante la posibilidad de que la catástrofe vuelva a presentarse, y tener la confianza y seguridad de que podemos ser pilar, abrazo, apoyo, confiables y presentes ante cualquier suceso de esta índole, de ser más humanos, sensibles y compasivos.

Creo que a pesar que no tuvimos un gran quorum de asistentes, si hubo un aproximado de 100 personas, no todas ellas fueron activas dentro de lo propuesto en el ejercicio, pero todas prestaron algún tipo de participación, aunque simplemente fuera de manera contemplativa de lo que sucedió.

Hubo integraciones dignas de mención, fueron sumamente poéticas, todo un deleite visual y una verdadera sorpresa para todos los asistentes, como las chicas de danza que dejaron marcas y dibujaron usando sus pies, tal como si estos fueran un pincel, nada fue impuesto, siempre se dio la libertad de que cada quien se enfrentara a esta oportunidad de la manera que le pareciera más adecuada, para nosotros era importante abrir un espacio, un canal de comunicación, totalmente libre, y a favor del otro, de nuestra comunidad, por el bien de todos, trabajando y tratando de apoyar a cualquiera que lo necesitara, sin hacer juicios de ningún tipo.

Fue una gran experiencia y el resultado visual es muy interesante, en cierta medida representa aquello que se encuentra presente dentro de nuestra comunidad, es un reflejo no solo de lo que aconteció, sino del impacto que generó una catástrofe de tremendo calibre, es vestigio de aquello que flota y circula por nuestros espíritus, es archivo y testimonio, es tristeza, emoción, es una manera de contar, soltar, dejar, tatuar, relacionar y expresar aquello que traemos a flor de piel, es una manera de lidiar con esa tensión inestable, de encontrar una especie de equilibrio y balance, para seguir avanzando, estamos en un continuo movimiento, adaptándonos ante cada acontecimiento, existimos para nosotros pero incidimos en aquellos con los que compartimos aun espacio dentro de este maravilloso mundo.

Sin duda es un ejercicio que me gustaría realizar de manera diferente, quizás con más tiempo, y con posibilidades distintas, solo por descubrir otredades, o simplemente por el puro placer de colaborar en otro espacio, con más y diversas personas, y de la misma manera atestiguar, archivar y revisar los resultados generados.

Es hermoso contemplar no solo el acto, sino los rastros, esos poderosos vestigios, esa conjunción humana, donde se vierte el júbilo, la tristeza, los impulsos viscerales, se es espontáneo y directo, donde se descubren como iguales cada uno de los espejos que somos y en los que nos admiramos, donde nos comunicamos a través de reflejos, espejeandonos entre nosotros, y conformando un festival de luminosidades, que titilan por momentos dentro de los desafortunados e inevitables momentos de oscuridad que nos toca aveces experimentar.